Liniers Julio en pesos

La plaza está calmada, estabilizada, apenas sostenida y, fundamentalmente, aburrida.
Salvo el trotecito hacia arriba de los precios de vacas y toros, el resto cierra el mes con leves bajas en sus promedios de precios (Novillitos, Vaquillonas y terneros) o sin cambios (Novillos).
La explicación de las bajas, parece ser, el peso mínimo de faena. Hay que meterle grasa a lo bobo a las categorías mas chicas para alcanzarlo.
Explican los habitués del mercado, que los compradores no quieren pagar grasa a precio de carne. Este sería el causal del descenso de precios en terneros (que incluye terneras) y vaquillonas.


Cabe aclarar, que dicha baja de precios en estas categorías, no hará bajar nada de nada del precio al mostrador. No estamos hablando de una reducción del costo de la carne sino una baja de precio por menor rinde.... o sea que se jode al productor, pero no se beneficia a nadie. Una típican intervención virtuosa...


También cabe señalar que no es barato hacer grasa. No señor. Todos esos kilos de grano destinados a formar tejido adiposos poco valorado, bien podría destinarse a otros animales. Ni que hablar de los recursos económicos destinados en comprar esa energía que será económicamente desperdiciada y que podrían asignarse a partes mas rentables del proceso.


Será interesante ver que pasa en los próximos meses con la relación de precios novillo/novillito. Por lo pronto el estímulo para hacer animales mas livianos parece detenerse... pero habrá que ver que pasa con las exportaciones, retenciones y demás nimiedades.


Por lo pronto, sigue siendo una buena noticia que la vaca siga subiendo, señalando que ya no abunda. Pero al mismo tiempo comienza a convertirse en una opción atractiva para aquellos que se repudrieron de los manoseos y que temen algún manotazo de ahogado en vista de un nuevo año electoral. Y, ya se sabe, ningún oficialismo quiere el asado caro para las elecciones.