Con
todas las salvedades del caso, o sea inundaciones y cese de comercialización,
también para el mercado de invernada terminó el mes de agosto.
Más
allá de los inconvenientes puntuales de esta coyuntura, agosto suele ser el mes
de menor volumen negociado y a partir del cual las cabezas aumentan hasta
diciembre. En este caso no fue la excepción y la merma se vio incrementada por
los fenómenos antes mencionados.
En el
acumulado de este año 2015 los machos de invernada contabilizados por el portal
Entre Surcos y Corrales, han sumado un 7% menos que en el año anterior. Este faltante
es muy importante en las categorías menores a 190 kilos y apenas perceptible en
las superiores. En cuanto a las hembras para invernar o recriar, la escasez es
muy superior: Un 17% menor en total, más acentuado en las categorías de menos
de 190 kilos pero igualmente importante en las categorías mayores.
En lo
que a precios se refiere, los machos de menos de 260 kilos se negociaron en
promedio a precios 3% superiores a los del mes pasado y 19% por encima de los
valores para igual mes de 2014. Los machos de más de 260 kilos no exhibieron
variaciones considerables respecto a julio y apenas han ganado 13% respecto a
agosto del año pasado.
Las
hembras, registraron incrementos del 3% en sus precios promedio respecto al mes
pasado y registran un aumento interanual del 20% en las categorías de menos de
210 kilos y del 18% en las más pesadas.
Cabe recordar
que Argentina disfruta de un maravilloso proceso inflacionario que, según la
fuente que se tome, asciende al 25 o 27 % anual. Pocas naciones en el mundo
pueden deleitarse con tan diferido fenómeno. Sabido es que la inflación no
afecta todos los insumos todo el tiempo de la misma manera, a pesar que todos
los precios se mueven todo el tiempo hacia arriba. Por ejemplo, podemos tomar
los salarios rurales, que aumentaron 35% este año o la vacuna anti aftosa que
en algunos casos aumentó más del 50%. Dicho esto, podemos sospechar que el
poder de compra de la hacienda de invernada ha decrecido en el último año de
forma considerable en las categorías livianas y de forma preocupante en las más
pesadas.
También
es oportuno recordar que los precios de la hacienda gorda no han tenido una
evolución favorable en el último año, de hecho su magro 6 a 7 % de incremento
es inferior a los aumentos de la invernada, y ni hablar respecto al resto de los
costos de los engordadores. Esto podría explicar cómo ante una disminución tan
notable en la oferta de terneros y terneras los precios de los mismos no sean
capaces de mantener una performance más decorosa frente a la inflación: Los
compradores no tiene plata. Ni el regalado precio del maíz (que cotiza
aproximadamente -30% respecto al año pasado) ni la esperanza que despiertan las
próximas elecciones parecen ser suficientes para dar coraje a los productores
ante un clima complicado por el fenómeno del Niño. Aquellos que ya lo están
sufriendo, comienzan a cuantificar las pérdidas por inundación y aquellos que
todavía disfrutan de un húmedo y templado invierno comienzan a preocuparse: A
cualquiera le puede tocar ser el próximo evacuado. En general, solo cabe
esperar que el clima se apiade y no cunda el pánico: Ante una demanda tan floja
un aumento en la oferta podría ser fatal para el precio y los márgenes de la
actividad ganadera.
buenas, una preguntita,,,,, como anduvo el sorgo negro,, tenes algo de semilla???
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